Hay que pensar en los vecinos.
El ruido de las máquinas molesta a los vecinos: ese es un problema de muchas explotaciones agrícolas que tienen edificios de viviendas cerca.
Lo mismo le pasaba a Georg Haverland en su explotación de vacas de leche en el distrito de Ostönnen del municipio alemán de Soester. Los vecinos se quejaban cuando daba de comer a los animales el fin de semana. La solución llegó con la eHoftrac 1160 de Weidemann, eléctrica y absolutamente silenciosa. «Nuestro proveedor Mesche Landtechnik ya nos convenció cuando nos habló de esta máquina, así que queríamos probarla», nos cuenta Georg Haverland. Pero el agricultor y su cuñado Cornelius Margh, que trabaja con él, se lo pensaron bien antes de tomar la decisión para estar absolutamente seguros. En la fase de prueba compararon máquinas diésel con la eHoftrac.
El rendimiento de la máquina eléctrica convenció a Georg Haverland desde el primer momento: «Es muy fácil dosificar la potencia y trabajar con precisión». Cornelius Margh continúa: «¡Trabajar con esta máquina es muy agradable!». La granja tiene 40 vacas con sus crías. Además, cuenta con 60 ha de cultivos, campos de maíz y prados para alimentar a los animales. Antes se trabajaba con una cargadora frontal, por lo que la eHoftrac lleva delante un soporte Euro. De ese modo pueden seguir usando los implementos anteriores e ir ampliando cuando sea necesario. Con dos cucharones diferentes, una horquilla para paleta, una horquilla para forraje y una horquilla para balas, la cargadora puede hacerse cargo de todos los trabajos. Hay que llenar los comederos todos los días, transportar balas grandes cada semana y limpiar los establos de las crías cada mes. Además, la máquina se utiliza para todos los trabajos de transporte: de alimento, big packs o semillas. La eHoftrac está matriculada para circular por la vía pública, por lo que se puede llevar a las explotaciones de los vecinos.
El tiempo de funcionamiento y el de carga se adaptan al trabajo.
Desde marzo de 2016, la 1160 eHoftrac circula por la granja. El conductor casi no se da cuenta de que es una máquina eléctrica: cada semana, la eHoftrac circula unas 6 horas netas, por lo que una sola carga de batería da para mucho tiempo. La batería se carga por la noche una o dos veces a la semana. «Cuando limpiamos estiércol hay que cargarla más porque se trata de un trabajo mucho más exigente. Pero en general tiene un consumo muy bajo. Y con las máquinas diésel también había que ir a repostar», bromea Cornelius Margh.
Más eficiencia en el futuro.
En el establo de Hof Haverland hay una instalación fotovoltaica que funciona con una compensación sin consumo de energía de acuerdo con la ley de energías renovables. Esperan poder cargar pronto la eHoftrac® con energía generada en su propia instalación fotovoltaica. Naturalmente, esto hace que la máquina sea mucho más económica.