Una vuelta a los orígenes: una eHoftrac ayuda en su trabajo al constructor de modelos Christian Schmidt
La empresa Modell- und Formenbau Christian Schmidt, situada en Wutha-Farnroda (Turingia) y que se encuentra ya en su tercera generación, construye modelos para reconocidas empresas industriales de toda Alemania (p. ej., turbinas de gas o ejes, como los instalados en la eHoftrac).
Cuando el departamento de diseño de una empresa ha desarrollado un nuevo componente, los datos se envían al constructor de modelos Christian Schmidt. Él y sus ocho empleados y aprendices construyen manualmente con mucha paciencia un modelo basándose en los datos suministrados. A partir de los modelos construidos con precisión milimétrica en madera o material sintético, se saca un molde negativo de arena en la fundición. Por último, en el molde se vierte metal, que se endurece hasta dar lugar al producto final deseado. Está claro que la precisión es de suma importancia en este proceso. «Precisión» es también la palabra clave para describir la eHoftrac de Weidemann que la empresa adquirió en 2015, ya que la casa de campo del constructor de modelos está construida al final de un camino sinuoso en pendiente. «En realidad quería comprar una carretilla elevadora para que nos facilitase el transporte de las piezas a trabajar más pesadas», cuenta el propietario de la empresa Christian Schmidt. Sin embargo, la carretilla elevadora no era capaz de superar la pendiente del terreno de aprox. el 35 %. En consecuencia, Christian Schmidt examinó lo que ofrecía el mercado. Finalmente, halló la solución en la eHoftrac 1160 todoterreno de Weidemann.
«Al principio no sabía si éramos capaces de cumplir estos requisitos», explica Mario Schott, responsable del todoterreno de color rojo en la empresa HFT, socia de distribución de Weidemann. «Además de la pendiente de 35 %, era necesario hacer frente al camino sinuoso y estrecho.» No obstante, el ensayo mostró que incluso esta enorme pendiente y las estrechas curvas, con el gran peso de los modelos que era necesario transportar, no suponían ningún problema para la máquina. «Mis empleados están encantados con la gran reducción de la carga de trabajo», indica so Christian Schmidt. «Por lo general, nuestros componentes pesan entre 300 kg y 800 kg, pero pueden llegar a pesar una tonelada. Resulta fácil imaginarse lo "mucho" que nos gustaba tirar hacia arriba de tales componentes por una cuesta empinada.» Una vez arriba, los componentes todavía tienen que elevarse y hacerse pasar a través de una puerta situada en la planta superior del taller de varios pisos. Gracias a su largo brazo de carga, la eHoftrac supera también estos últimos centímetros.
Por último, la máquina no solo tiene que avanzar por caminos estrechos y empinados, sino que también tiene que atravesar pasos de baja altura. En consecuencia, Christian Schmidt se decidió por el techo de protección para el operador abatible eps. En tan solo unos pocos pasos, la eHoftrac queda plegada y puede, por ejemplo, aparcarse durante la noche en el garaje de tan solo 2 m de altura. Aún queda por aclarar una cuestión: ¿Por qué se decidió finalmente Christian Schmidt por una Hoftrac eléctrica, en lugar de comprar una máquina con motor diésel? Muy sencillo: A la derecha y a la izquierda del taller hay viviendas. Para no perturbar la paz en el vecindario, el artesano se decidió por esta máquina silenciosa y sin emisiones, una decisión de la que está muy satisfecho. El maestro artesano Christian Schmidt toma su principio rector del autor Horst Reiner Menzel: «La destreza manual no se refleja en la fluidez de palabra ni en los certificados de escuela; los artesanos llevan la inteligencia en sus manos de oro.»