En Schoeller Technocell, tradición e innovación van de la mano
La fábrica situada a orillas del Mulde, en Zwickau, produce papel desde 1537. Desde 2015 utiliza la eHoftrac 1160 sin emisiones de Weidemann.
Esta fábrica de papel situada en Penig (Sajonia) es la fábrica alemana de papel más antigua que continúa hoy operativa. En ella se fabrica papel desde 1537. En sus comienzos, la producción tenía lugar de forma manual y laboriosa con moldes. Hasta 1835 no se adquirió la primera máquina para simplificar el proceso de producción. Esta fábrica de papel era una de las muchas situadas a orillas del río Mulde. Gracias a su proximidad a Leipzig, por entonces un centro de impresión de libros, la fábrica floreció desde 1870 hasta la Primera Guerra Mundial.
Desde finales de la década de 1950, este centro tradicional se ha especializado en la producción de papel oscuro de decoración y papel de estraza, como, por ejemplo, para suelos (laminado). Desde 1991, la fábrica pertenece al Grupo Felix Schoeller, uno de los grandes fabricantes de papel fotográfico a nivel mundial. Tan solo en Penig se fabrican cada año 28.000 toneladas de papel, que se comercializan en toda Europa. Dependiendo de los requisitos, se ofrecen gramajes de entre 40 g/m² y 140 g/m², y anchos de hasta 265 cm. Como materias primas se utilizan, entre otras, material residual de la fabricación de papel procedente de la planta asociada de Günzach y pastas secundarias, como, por ejemplo, restos fuera de especificación. El material residual procedente de Günzach o de la propia fábrica de Penig se transporta y se vuelca en las trituradoras con una Hoftrac compacta. Anteriormente, en Penig se trabajaba con máquinas convencionales con motor de combustión interna. «Entre ellas ya había una máquina de Weidemann», indica el Gerente de la flota de vehículos Thomas Stein. Sin embargo, había diferentes aspectos que era necesario tener en cuenta para los trabajos: El aire de salida del cargador levantaba constantemente partículas finas. Este hecho, junto con el calor generador por el motor, suponía un riesgo constante de explosión de polvo en el ambiente.
«En una feria industrial, oí hablar a un fabricante de carretillas elevadoras sobre la "Projekt eHoftrac"», nos cuenta Thomas Stein. «Inmediatamente sentí un gran interés por ella. Cuando el Sr. Drescher (de la empresa Arneuba, socia de distribución de Weidemann) presentó la máquina, no cesé hasta conseguir una». Finalmente, en la primavera de 2015, se entregó una de las primeras eHoftracs 1160 a la fábrica de papel de Penig. Otra razón a favor de la eHoftrac 1160 de Weidemann, y que logró convencer también a los gerentes de la empresa, fue, junto con la reducción del riesgo de incendio, la ausencia de emisiones. Dado que la máquina se utiliza en el interior del edificio, el ruido y los olores constituían a menudo un aspecto negativo en el lugar de trabajo. «Por último, también hay que mencionar, naturalmente, que los costes de mantenimiento son mucho más bajos», añade el Vicepresidente y Director del sitio Reinhard Geißler, satisfecho de que la eHoftrac 1160 haya cumplido todas las expectativas.
Además, para la seguridad de sus colegas, la empresa Arneuba, socia de distribución de Weidemann, ha instalado la denominada «Blue Safety Light». Esta luz azul, que se utiliza con frecuencia en carretillas elevadoras eléctricas, advierte a los trabajadores de que la silenciosa máquina se está acercando. En conjunto, la eHoftrac 1160 de Weidemann ha resultado ser una excelente adición al parque de máquinas en uso constante y la solución ideal para los requisitos específicos de Schoeller Technocell.
Más información
Go to next application report
Piaffe, paso y Weidemann
En la granja Helenenhof, situada en Schleswig-Holstein, todo gira en…