Un lugar donde se pueden contar ovejas y la calidad aún importa
«Solo compro productos de calidad para mi empresa».
El oficio de pastor en Lusacia, Alemania, está considerado como una profesión en conexión con la naturaleza y solo lo siguen practicando unos pocos con mucha dedicación y esfuerzo. Martin Just es un entusiasta productor de ganado ovino. El apoyo que necesita para el pastoreo lo recibe de Weidemann. Hace unos cinco años, Just adquirió una Weidemann 1050 D/M de segunda mano. Dado que no tuvo más que buenas experiencias con esta máquina, ahora ha decidido renovarla por una nueva 1160 de Weidemann. Razón más que suficiente para hacerle una visita a este entusiasta pastor. Poco antes de llegar, ya queda claro qué caracteriza este paisaje.
A 30 km de la frontera con Polonia y la República Checa, la región está cubierta por inmensos campos y prados agrícolas. Lo único que aún no hemos vistos son las
ovejas. Los carteles del lugar son bilingües, lo que pone de manifiesto que el pueblo sorbio vive aquí. Llegados al sajón Cunnewitz, Martin Just ya nos espera con un desayuno en el corral. Y aquí, por fin, vemos las primeras ovejas. «El pastoreo de ovejas en Lusacia está desapareciendo», comenta Just, «quedan muy pocos que se identifiquen con este oficio». Incluso Just se dedica a su pasión de forma secundaria. Con él se encuentra Lukas, un chico del vecindario de 17 años que pasa todo su tiempo libre con el pastor para conducir su cargadora con entusiasmo. Lukas es de gran ayuda para Martin Just.
«A veces simplemente se necesita a alguien que pueda echar una mano», añade el pastor. La máquina de Weidemann se utiliza principalmente en la recolección del heno, las tareas de transporte, la carga de estiércol y el bosque. «Y cada día aparecen nuevas tareas en las que podemos utilizar la cargadora». Fueron varios los motivos que hicieron que Martin Just se decidiera a cambiar la antigua 1050 por una nueva Hoftrac 1160: para él, la seguridad de Lukas es muy importante. «A Lukas le encanta conducir la cargadora. Algunos días apenas conduzco, porque Lukas no la quiere dejar». La máquina tiene el tamaño adecuado para Lukas y es una buena compensación a la agotadora vida escolar.
Además, la calidad de la máquina de Weidemann en comparación con la de la competencia fue un argumento decisivo para el ingeniero de desarrollo Martin Just: «Solo compro productos de calidad para mi empresa, desde los remolques hasta las cargadoras. Creo que una Weidemann es una buena base para el éxito de un pastor de ovejas profesional». Weidemann ha seguido evolucionando año tras año y esto se nota en muchos aspectos: desde la facilidad de mantenimiento («Apenas la tocamos.»), la conducción y las características útiles hasta el diseño; Weidemann es sencillamente el mejor. Otro de los requisitos importantes para este pastor a tiempo parcial era el permiso de circulación. «Somos más rápidos por la calle que por los prados y los campos por los que teníamos que circular hasta ahora». Aunque por supuesto Lukas tiene que ir ahora en bicicleta..
Dado que el pastor también quiere trabajar en sus edificios ya existentes con la nueva Weidemann, ha decidido añadir el techo de protección para el operador abatible EPS. Había tantas expectativas en torno a la nueva 1160 de Weidemann, que cuando el vendedor, Dieter Wüsche de Femtech Luttowitz GmbH & Co. KG, hizo entrega de la máquina, a todos los implicados les brillaban los ojos. El resumen del primer trayecto también resultó positivo: «Es verdaderamente una máquina excelente y una gran ayuda para nosotros; ¡su manejo es muy intuitivo!». Lukas tampoco tardó nada en pillarle el truco. Y así es como esperamos que el oficio de pastor de Martin Just y su 1160 de Weidemann sigan formando una parte esencial del paisaje rural de Lusacia durante mucho tiempo.