Piaffe, paso y Weidemann
En la granja Helenenhof, situada en Schleswig-Holstein, todo gira en torno a los caballos. Para que siga siendo así, detrás del escenario trabaja una 2070T de Weidemann.
La estrella de Helenenhof es Carabas, el semental más famoso en el mundo de la doma de Schleswig-Holstein. Este caballo castaño de 18 años ha logrado a lo largo de su carrera de doma numerosos títulos y lazos de galardón, entre los que se cuentan su victoria en la Mediencup, el segundo lugar en el Deutsches Dressurderby y otras victorias en pruebas de Grand Prix y Grand Prix Special. No es de extrañar que un semental de esta talla requiera unos cuidados especiales. Así, los establos de acero inoxidable pulido con chorro de perlas y bambú se limpian de estiércol regularmente con una máquina 2070T de Weidemann. El estiércol desaparece inmediatamente tras las puertas cerradas del estercolero. «Es formidable que Weidemann ofrezca un brazo telescópico. De esta manera, podemos empujar hacia arriba el estiércol sin problemas», explica Rainer Schwiebert. Él y su mujer, Jessica Jahr-Schwiebert, son los propietarios del semental de alto nivel de Holstein Carabas y de sus compañeros de establo.
Los 16 caballos de la familia se limpian todos los días hasta dejarlos brillantes. También la explotación de aproximadamente 3 ha, con establos, picaderos, pistas de galope y taller de maquinaria, se mantiene continuamente intachable. «Compramos Helenenhof hace unos 16 años y desde entonces la hemos renovado en su totalidad», cuenta Rainer Schwiebert. «Para mí es especialmente importante que todo lo que hemos construido aquí se mantenga siempre en perfectas condiciones». En consecuencia, también la máquina de Weidemann brilla siempre como en el primer día. Además de para los trabajos periódicos de retirada de estiércol de los establos, la máquina 2070T de Weidemann se utiliza desde hace aprox. tres años para nivelar los picaderos, cortar la hierba alrededor de las cercas y mantener la granja y los edificios. Las claraboyas abovedadas de los establos, así como las ventanas y los espejos del picadero cubierto, se limpian regularmente utilizando la máquina de Weidemann. Hace mucho tiempo que la marca convenció a Rainer Schwiebert. «Nuestra primera máquina de Weidemann fue una 1250», indica el jinete profesional. «Con la Hoftrac sin cabina cogí una bronquitis grave quitando la nieve en invierno». Esta es una experiencia que Rainer Schwiebert, de 66 años, no deseaba revivir, por lo que se puso rápidamente en contacto con la correspondiente empresa distribuidora de Weidemann, Heeder Landmaschinen GmbH. Al día siguiente, su nueva 1770 con cabina y calefacción ya se encontraba en la granja. «Esta calidad de servicio es muy importante para mí», subraya el jinete de doma, a quien le gusta realizar por sí mismo algunas de las reparaciones de menor amplitud.
Su hijo Sascha Schwiebert también es una gran ayuda en la granja. Este estudiante de logística es tan aficionado a los caballos como el resto de la familia y cuida especialmente del parque de máquinas. Conduce la máquina Weidemann con tanta facilidad como el gran camión de transporte y caravana. Cuando Rainer Schwiebert no está montando él mismo su semental de desfile Carabas o su expresivo Catoo de nueve años, entrena a su hija Franziska, que es a su vez una jinete de doma de gran éxito entre los jinetes júnior y jóvenes. Además, también entrena a estudiantes internacionales y a los jóvenes jinetes de doma de Hamburgo. Naturalmente, todas estas tareas requieren mucho tiempo y una excelente organización. Menos mal que en la granja todo funciona. Naturalmente con ayuda de una máquina de Weidemann.
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