Kruse Milk & Energy: bien preparado para el futuro

Henning Kruse es un agricultor experimentado dispuesto a arriesgarse; sin embargo, cuando se trata de la tecnología de carga apuesta por la seguridad de Weidemann.

Henning Kruse tiene dos Weidemann en su granja principal de Butzhausen, en la Baja Sajonia. La pequeña 1140 lleva a cabo con eficacia todo el trabajo del establo, que está ocupado por 300 vacas lecheras. Tras 14 días en casetas individuales, las crías se trasladan a la explotación del otro lado de la carretera con la 1140 de Weidemann. Aquí los terneros se mantienen en grupos más grandes hasta los tres meses. Henning Kruse también usa una 4080T de Weidemann. Esta gran cargadora sobre ruedas llena la planta de biogás y el mezclador de forraje, retira el estiércol de los establos y hace el trabajo pesado. «Las dos Weidemann están constantemente en acción», explica el productor agrario y energético. Además de la cría de animales y las plantas de biogás en varios lugares, Kruse Milch & Energie también opera tres plantas fotovoltaicas en un área total en el techo de alrededor de 6400 m².

«Básicamente, el tema energético ha salvado mi producción de leche», comenta Henning Kruse. Cuando GbR se separó de su hermano en 2011/12, este experimentado agricultor se enfrentó a la decisión de despedir a los empleados o arriesgarse de nuevo. Pero la responsabilidad que tenía frente a su familia y sus empleados lo llevó a buscar nuevas opciones. La construcción de una planta de biogás y una planta fotovoltaica prometió nuevas oportunidades. Sin embargo, la ayuda para el consumo de la energía de producción propia se suspendió a principios de 2012, de modo que no valía la pena. Era otro callejón sin salida. No obstante, este maestro agricultor y su aprendiz visitaron la feria New Energy en Husum. Y aquí, una serie de coincidencias resolvieron el futuro de su empresa: debido a una repentina niebla marina, perdió el vuelo de regreso a casa. En el hotel, conoció a un representante del Ministerio de Economía, quien le dijo que habría un período de gracia en la norma CEE2012 para los proyectos fotovoltaicos iniciados que se terminaran antes del 30/6/2012.

Apenas llegó a casa, Henning Kruse solicitó los permisos de construcción y los préstamos y pidió los materiales de construcción. «Me lo jugué todo a una carta», recuerda. «Mientras tramitábamos la solicitudes, íbamos construyendo». Al final todo salió bien y el 30/6/2012 este productor de energía pudo demostrar la conexión a la red de su tercera planta fotovoltaica dentro del plazo. «Ciertamente tuvimos que hacer algunas concesiones». Por ejemplo, todo el edificio se sostiene sobre una construcción de madera, porque la construcción de acero está sujeta a un proceso de planificación más largo. Los animales pudieron trasladarse apenas 18 meses más tarde, ya que también en este caso el permiso de cambio de uso tardó más de lo deseado.

Actualmente, la planta de Butzhausen trabaja a pleno rendimiento con 482 kWp de la planta fotovoltaica, 75 kW de la planta de biogás y 300 vacas lecheras. Tras el emocionante comienzo, la compañía funciona ahora de manera constante y tenaz gracias a las dos máquinas fiables y potentes de Weidemann.