Granja lechera Friesian: El principio de la fiabilidad es que todo tiene que funcionar sin problemas.
La granja lechera Friesian GmbH und Co. KG en Göldenitz se encuentra a unos 30 km al sur de Rostock. La familia Landman dirige esta gran explotación desde septiembre de 2005.
Originalmente, Oane Landman creció en una granja en Holanda, donde completó su formación y estudió agricultura. Se marchó con su esposa Willie a Mecklemburgo-Pomerania Occidental para trabajar durante 10 años como jefe de una gran granja lechera. En 2005, la familia Landmann pudo hacer realidad su sueño de tener su propia granja: con la compra de la empresa adquirieron unas 200 vacas lecheras, que en aquel momento producían 1,7 millones de kg de leche al año. Pero no se iba a quedar así. La empresa se fue ampliando sistemáticamente cada vez más, lo que también permitió incrementar considerablemente la producción de leche de cada animal. Actualmente, en la granja lechera Friesian viven unas 1.300 vacas lecheras y 1.100 crías de diferentes franjas de edad.
Al año se producen un total de 13,5 millones de kg de leche de calidad que se comercializan directamente con diversos compradores. Ocho empleados ordeñan por turnos dos veces al día en una sala de ordeño doble de 20 puntos en paralelo. En total, la granja lechera Friesian cuenta con 23 empleados en otras áreas, como el cultivo de cosechas, la gestión del rebaño, el biogás, la alimentación, el trabajo del metal, la limpieza y el mantenimiento. También cuentan con numerosos aprendices y trabajadores en prácticas que desean conocer una empresa de este tamaño. Las 923 hectáreas de superficie cultivada se dividen en 538 hectáreas de tierras de cultivo (maíz, pastos y trigo de invierno) y 385 hectáreas de pastizales. El cuidado de los animales es la máxima prioridad. De abril a septiembre, las vacas también se alimentan con hierba fresca. De esta forma, los animales reciben un suministro óptimo de aminoácidos, así como de ácidos grasos omega-3 y omega-6, y la producción del alimento puede ser incluso más rentable. Este tipo de alimentación tiene un efecto positivo en el sabor de la leche y en la posterior untabilidad de la mantequilla. La planta de biogás anexa de 610 kW cubre su propio consumo de electricidad.
Asimismo, la próxima generación ya trabaja activamente en la granja lechera Friesian: su hijo, Kees, trabaja en el cultivo de plantas y su hija, Wilma, en el manejo del rebaño. La segunda hija, Annette, estudia administración de empresas y también trabaja activamente en la granja. Oane Landman no podría haberlo dicho mejor: «Tenemos el trabajo más bonito del mundo: estamos al aire libre, podemos vivir cerca de la naturaleza, trabajamos tanto con personas como con animales, ¡qué más se puede pedir!». La empresa goza de una ubicación óptima para la producción de leche y ya ha marcado su rumbo hacia el futuro.
Cinco máquinas Weidemann cuidan de los animales.
En la granja Friesian necesitan un equipamiento sumamente profesional: la primera Weidemann llegó a la empresa en 2018. Desde entonces, la flota ha crecido hasta un total de cinco máquinas. Tres Hoftrac de la serie 13 realizan tareas como empujar el forraje, esparcir la paja y numerosas tareas de transporte. El manipulador telescópico de 7 m T7042 se encarga de la manipulación de unas 5.000 balas cuadradas. En el silo y la planta de biogás situados en los extensos terrenos de la granja también se encuentra el 9580T, que debe mover alrededor de 112 toneladas de forraje/material al día y ya lleva alrededor de 8.000 horas de servicio en dos años. «Las máquinas deben ser totalmente fiables y estar listas para su uso», afirma Oane Landman. «Si hay algo que hacer, necesitamos una solución y una ejecución rápidas y sencillas».
Por este motivo, desde hace muchos años la empresa ha entablado una estrecha colaboración con el distribuidor de Weidemann, Seemann Landmaschinen, de Groß Roge. Con su servicio disponible las 24 horas al día, Dirk Seemann ofrece la máxima accesibilidad y una total orientación al servicio. «Si llamas a Dirk, allí estará. Con él, nada se para», afirma satisfecho Oane Landman. Dadas las altas exigencias a las que se someten las máquinas, no deben descuidarse los intervalos de mantenimiento. Aquí entra en juego el sistema telemático EquipCare de Weidemann, que permite controlar los intervalos de forma proactiva en cualquier momento.