50 años de Hoftrac: el informe de nuestros expertos más veteranos.

El desarrollo de una máquina y las personas que hay detrás hacen historia.

Los recuerdos son una parte importante de un aniversario: el pasado constituye la base del presente. El presente prepara y construye el futuro. Las personas que están detrás de las máquinas y de la empresa Weidemann con su empuje y pasión son cruciales. Esto queda especialmente claro en nuestro 50 aniversario de la Hoftrac cuando se observa la diversa experiencia de nuestros empleados con muchos años de servicio.

La foto fue tomada en los años ochenta. Carsten Strasen era entonces montador del servicio de atención al cliente de Weidemann. «Los agricultores solían reparar ellos mismos la mayor parte posible de sus máquinas. Los del servicio de atención al cliente sacábamos las herramientas de la granja, las metíamos en un coche normal y salíamos con ellas», explica. Pronto surgió el deseo de agrupar las herramientas y las piezas de repuesto adecuadas en una furgoneta nueva y moderna, y de clasificarlas y almacenarlas profesionalmente para su uso en la carretera. Para los estándares de la época, esto era muy avanzado y facilitaba considerablemente el trabajo in situ.

La foto se tomó en una granja con fines publicitarios e iba acompañada de la frase «Nosotros nos ocupamos de usted», el mismo objetivo entonces que hoy en el sector posventa. 

«Una vez en el lugar, podía ocurrir que otros clientes de Weidemann del pueblo nos preguntaran si podíamos echar un vistazo a su máquina al mismo tiempo. Esto significaba que el final de la jornada laboral podía retrasarse un poco», sonríe Carsten Strasen.

Importancia de los Hoftrac para él: 

„Crecí con el Hoftrac. Entré en Weidemann como aprendiz a los 16 años. En mis primeros años, salió al mercado la serie 100, los primeros sucesores del Perfekt 130. Siempre tuvimos mucho que hacer, porque los Hoftrac se desarrollaban a intervalos muy cortos. Para nosotros, en el servicio de atención al cliente, esto significaba que teníamos que tener muchos modelos diferentes en pocos años, lo que, por supuesto, también hacía que el trabajo fuera muy interesante.

En aquellos años, teníamos mucha más demanda de la que podíamos fabricar en Diemelsee-Flechtdorf. Había un verdadero espíritu de optimismo. Los clientes estaban contentos de que el Hoftrac les facilitara mucho el trabajo en sus explotaciones.

Mantengo una estrecha relación con cada una de las generaciones de máquinas y estoy encantado de que nuestros Hoftrac estén tan extendidos y sean tan demandados desde hace décadas. Incluso hoy en día, ninguna explotación debería prescindir de una máquina de este tipo. 

La Hoftrac es una parte totalmente importante de mi propio trabajo y de la historia de mi vida. Sin esta máquina, mi vida habría sido sin duda diferente."